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La Revolución Rusa |
Abolición
de la servidumbre. 1861
Hasta
1861 Rusia mantuvo jurídicamente una
sistema anacrónico propio
del Antiguo Régimen. Una enorme masa de campesinos
permanecía sujeta a la tierra por lazos
jurídicos repartida en dos grupos:
el primero, compuesto por los siervos esatales y
eclesiásticos (unos 22 millones
más otros 2 pertenecientes a la corte);
y el segundo, que dependía de la nobleza
e integrado por unos 80 millones de almas. |
El
zar Alejandro II (1855-1881), vislumbrando
los problemas que originaba esta situación,
aconsejado por sus colaboradores más progresistas,
acometió una serie de reformas,
fundamentalmente la agraria, necesaria si se quería
iniciar la industrialización del país. |
Alejandro II |
El
decreto (ukase) de emancipación
permitió a los campesinos la desviculación
jurídica de sus señores y el trabajo
de los campos que antes laboreaban como vasallos.
Los lotes de tierra procedentes del reparto, no
obstante, debían ser pagados por esos campesinos
junto con la redención de sus antiguas obligaciones
feudales. La nobleza recibió el importe
total del costo de manos del Estado mediante bonos
por un monto equivalente al 90% de la tasación
de las tierras enajenadas. Éstas fueron sobrevaloradas,
lo que condujo a que el colono adquiriese caras
las fincas que supuestamente ahora le pertenecian
a costa de su endeudamiento.
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Económicamente
la abolición de la servidumbre
tuvo repercusiones desfavorables,
debido a una serie de circunstancias: |
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Las tierras
recibidas por los campesinos fueron inferiores
(un 13% menos) a las que
trabajaban antes de la emancipación.
-
Hubieron de pagarse al Estado
en el plazo de 49 años. La recaudación
se realizó a través del tradicional
Mir (comunidad
aldeana). El campesinado, transformado
en deudor del Estado, no pudo abandonar el Mir,
con lo se vio obligado a permanecer vinculado
a sus aldeas y campos, sin posibilidad de libertad
práctica. Ello derivó en revueltas
(1905 y 1917) cuando se
produjeron malas cosechas.
-
La permanencia obligatoria
en el mir (para hacer frente
a los pagos) y la consecuente retención
de la población en el agro, entorpeció
el desarrollo industrial: Rusia, continuó
siendo un país eminentemente rural.
-
La abolición de la
servidumbre no se tradujo en un aumento de la
productividad, necesaria para satisfacer
las demandas básicas de una población
en crecimiento. Tampoco impidió que,
indirectamente, parte de la riqueza obtenida
se destinase a la financiación
de la industrialización del país,
especialmente centrada en la construcción
del ferrocarril bajo capital extranjero. Ello
incrementó la pobreza
del campesinado y alentó el descontento
social.
La oposición política
al zarismo |
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